COOPERACIÓN HUMANA

Según Tomasello , desde temprana edad tenemos una predisposición natural hacia la cooperación, esto se debe a nuestra evolución a través de procesos de aprendizaje que se llevan a cabo desde la comunicación, tales como; educación e influencia social. Es aquí donde adquirimos ciertos valores y normas. 

Para el desarrollo de este proceso recíproco se requiere de dos o más sujetos que compartan objetivos e intereses similares a los míos, y es  fundamental entender sus intenciones, ya que de lo contrario  no se podría reflejar una interacción cooperativa porque otro sujeto va en un rumbo diferente. dirección que no me va a beneficiar. 

Cuando hablamos de evolución, nos referimos a que esta característica humana se ha reflejado desde los primeros humanos en la tierra, donde su único objetivo era sobrevivir y la principal cooperación era encontrar y compartir alimentos. Teniendo en cuenta, que cada vez que tenían una experiencia, aparecía un nuevo descubrimiento que sería de beneficio para la comunidad en ese momento.

Ahora bien, si hablamos de la actualidad, la cooperación no es algo que veamos constantemente, el individuo la mayoría de las veces se enfoca más en conseguir primero su propio bien o destruirse a sí mismo dentro de su subjetividad y lo que cree que es correcto. También podríamos decir que la tecnología ha jugado un papel importante en esta situación ya que ha sido algo así como un reemplazo de muchas acciones que antes necesitaban personas para ejecutar. Donde ya no necesito un sujeto para hacerlo, sino una máquina para cumplir mi objetivo.

La cooperación es una cualidad innata del ser humano, impulsada por el interés mutuo y ejecutada a través del aprendizaje, fruto de la comunicación y que se desarrolla a medida que maduramos.

Referencias

 Tomasello, M. (2010) Capítulo 1: Nacido (y criado) para cooperar. En. ¿Por qué cooperamos? Madrid: Editorial Katz.

 En busca del fuego. 1981 _ (2017).